En la isla mediterránea de Mallorca, la Semana Santa no solo se celebra con fervor religioso, sino también con una abundancia de delicias culinarias que reflejan la rica tradición gastronómica de la región. Entre estas exquisiteces se encuentran los rubiols, unos pequeños pasteles que se han convertido en un símbolo emblemático de la Semana Santa en Mallorca.
Los rubiols son pequeñas empanadas dulces o saladas que se preparan tradicionalmente durante la Cuaresma y la Semana Santa. Su nombre proviene del latín "rubiculum", que significa pequeño rubí, haciendo referencia a su forma redondeada y a menudo a su relleno rojizo de mermelada de albaricoque, aunque también pueden contener otros rellenos como requesón, cabello de ángel o incluso carne picada en el caso de los rubiols salados.
¿Cómo se elaboran los rubiols?
La elaboración de los rubiols es todo un arte transmitido de generación en generación en las familias mallorquinas. La masa se prepara con harina, manteca de cerdo, azúcar, huevos, sal y ralladura de limón, creando una textura suave y delicada que se deshace en la boca. Una vez que la masa está lista, se estira con un rodillo y se corta en círculos del tamaño deseado.
El siguiente paso es colocar una cucharadita del relleno elegido en el centro de cada círculo de masa. Para los rubiols dulces, la mermelada de albaricoque es la opción más popular, mientras que para los salados, el relleno puede variar desde espinacas con piñones hasta sobrasada, una especialidad local de cerdo.
Una vez que el relleno está en su lugar, se dobla la masa sobre sí misma, sellando los bordes con un tenedor para evitar que se escape el relleno durante la cocción. Algunas recetas también sugieren pintar la superficie de los rubiols con huevo batido antes de hornearlos, lo que les da un brillo dorado y apetitoso.
Los rubiols se hornean a una temperatura moderada hasta que adquieren un color dorado y una fragancia irresistible llena de aromas cítricos y dulces. Una vez listos, se dejan enfriar antes de servir, aunque muchos no pueden resistirse a probar uno mientras aún está tibio.
Rubiols, vinculo con la historia y las tradiciones Mallorquinas
Estos pequeños pasteles son más que simplemente un postre en Mallorca durante la Semana Santa; son un vínculo con la historia y las tradiciones de la isla. Cada bocado de un rubiol evoca recuerdos de celebraciones pasadas, reuniones familiares y el aroma reconfortante de la cocina durante las festividades.
Además de su sabor delicioso y su importancia cultural, los rubiols también son un símbolo de generosidad y hospitalidad. Durante la Semana Santa, es común que las familias mallorquinas compartan estos dulces con vecinos, amigos y visitantes, extendiendo así la alegría y el espíritu festivo a todos los que los rodean.
Resumen
En resumen, los rubiols son mucho más que un simple postre; son un recordatorio de la rica herencia culinaria y cultural de Mallorca, así como un símbolo de la generosidad y la unión que caracterizan a la comunidad durante la celebración de la Semana Santa. Sin duda, estos pequeños tesoros seguirán deleitando los paladares y llenando los corazones de quienes tienen el privilegio de probarlos durante esta época tan especial del año en la hermosa isla de Mallorca.
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